La historia del arte urbano en Chile se remonta a finales de los años 60 y principios de los 70, cuando comenzaron a aparecer los primeros grafitis y murales en las calles de Santiago. Si bien este movimiento no fue exclusivo de Chile, el país sudamericano se convirtió rápidamente en un epicentro para el arte urbano en la región.
En los años 80, el arte urbano comenzó a evolucionar en Chile con la aparición del grupo Brigada Ramona Parra, que se dedicó a pintar murales políticos y sociales en las calles de Santiago. Este grupo se convirtió en un símbolo del movimiento cultural chileno y ayudó a difundir el arte urbano a nivel nacional e internacional.
Con el tiempo, el arte urbano en Chile se ha convertido en una forma de expresión popular en todo el país, y ha evolucionado en diferentes ramas, incluyendo el grafiti, los murales, el arte callejero, el arte digital y la música urbana.
Según el historiador de arte chileno Justo Pastor Mellado, el arte urbano en Chile nació en los barrios marginales de Santiago, donde los jóvenes de la época se expresaban mediante grafitis y murales en las paredes de las calles. Mellado afirma que estos jóvenes utilizaron el arte urbano como una forma de rebelión contra el sistema político de la época y la opresión que sentían.
En particular, la música urbana emergente en Chile ha sido un fenómeno en constante crecimiento en los últimos años. Artistas como Ana Tijoux, C-Funk, Bronko Yotte, entre otros, han sido reconocidos por su innovación en la escena musical urbana en Chile, fusionando diversos géneros musicales como el hip hop, el funk y el jazz, con letras que hablan sobre la realidad social y política del país.
En un artículo publicado en el sitio web de noticias El Desconcierto, el crítico de música chileno Pablo Retamal, comenta sobre la importancia de la música urbana en Chile y su impacto en la sociedad: “La música urbana ha sido una forma de dar voz a los jóvenes que se sienten marginados o que buscan expresarse de una manera diferente. La música urbana ha servido para dar a conocer la realidad de las calles y ha generado un diálogo crítico y reflexivo sobre temas sociales y políticos importantes”.
En conclusión, el nacimiento del arte urbano en Chile fue un proceso de evolución que se originó en las calles de Santiago a finales de los años 60 y principios de los 70. A lo largo de los años, este movimiento ha evolucionado y ha dado lugar a diferentes formas de expresión, incluyendo la música urbana emergente. La música urbana en Chile se ha convertido en una forma de expresión popular que refleja la realidad social y política del país, y ha tenido un impacto significativo en la sociedad chilena.